La primera página de Internet con sabor a frutos del bosque: por favor, lama aquí
* * * * * * * * * CINE BRAILLE * * * * * * * * *
* * * * * Tres o cuatro mamarrachos con los que yo estoy mejor * * * * *

* * * * * * * * * * LAS RECOMENDADAS DEL UNIVERSO CINE BRAILLE * * * * * ** * * *
EL ROCK DE LA VENGANZA (PARTE I DE II)(Noviembre de 2014)
LA ISLA DE GILLIGAN (Noviembre de 2006)
OVNIS: ¿CIENCIA, CREENCIA, SEUDOCIENCIA? (Noviembre de 2008)
OPERACIÓN NÉMESIS: LA VENGANZA ARMENIA (Noviembre de 2023)
* * * * * * * * * * * * PERO ¿QUIÉNES SOMOS LOS QUE HACEMOS CINE BRAILLE? * * * * * * * * * * * *

CAPÍTULO 22

(Donde el Apóstol Catódico cuenta la Parábola de la Paradoja de las Mellizas Legrand) (1)

Viene del Capítulo Anterior

Un día, el Apóstol Catódico estaba haciendo la cola para renovar su Documento Nacional de Identidad. El trámite era lento y tedioso, el público empezaba a impacientarse, y entonces el Jefe de la Oficina del Registro de las Personas, tras reconocer al Apóstol, le solicitó que tratara de calmar a la gente con Su Intervención.

El Apóstol se encaramó sobre una caja de resmas de papel A4, repleta de trámites sin concluir, y comenzó a decir lo siguiente:

El Paso del Tiempo es para nosotros, seres mortales, una cuestión de vida y muerte, literalmente. ¿Quién no ha sentido que la Vida es como un pasillo que se va estrechando, un amplio día que conduce a una tarde cada vez más angosta que desemboca fatalmente en una Noche Final? Ah, el Tiempo... Y con todo, el Tiempo es relativo, como dijera San Alberto Ente. El Tiempo fluye más lentamente a medida que nos desplazamos a velocidades más cercanas a la de la luz. ¿Cómo explicar este aserto, a primera vista tan ofensivo a nuestro sentido común, que es el más nuestro de..? No, el menos sentido de nuestros comunes... No, bueno, la idea es ésa. O sino otra, pero no importa.

Expliquemos esto con una parábola. Imaginemos a dos mellizas, actrices famosas, y llamémoslas las Mellizas Legrand. Silvia y Mirtha, por ejemplo. Imaginémoslas tan iguales y tan diferentes como quisiéramos, tan rubias, tan Hollywood a la criolla, tan Radiolandia 2000. Imaginemos que una de ellas, Mirtha, decide emprender un viaje a una estrella lejana.

Imaginemos que dicha estrella, digamos Brigitte Bardot, está situada a unos cuantos años luz de nuestro planeta, y que el viaje se realiza a velocidades muy cercanas a la de la luz - cerca de 300 mil kilómetros por segundo.

A tal velocidad el tiempo, medido por un observador situado fuera de la  nave espacial (a la que podríamos llamar La Chiquita) comenzaría a transcurrir más lentamente para Mirtha Legrand. Ella, perdida en sus menúes y sus rosas rococós rosadas, no notaría la diferencia. Pero si La Chiquita, tras llegar a la estrella  Brigitte Bardot, comenzara el camino de retorno a nuestro planeta, nos permitiría comprobar una extraña circunstancia, hija del viaje interestelar a velocidades cercanas a las de la luz: Mirtha sería más joven que su hermana melliza Silvia, debido a que el tiempo en La Chiquita habría corrido más lentamente que en la Tierra.

Entonces, si quieres que el tiempo pase más lentamente para ti, hermano, haz como Mirtha Legrand, que cada dos por tres llueve y hace un viaje interestelar que la deja unos cuantos meses más joven que su hermana melliza.

Entonces se hizo un silencio sobrecogedor, tras el cual el Apóstol Catódico fue arrojado fuera de la Oficina.

Ya en la siguiente madrugada y en su Palacio de la Santidad, y con la insomne lucidez que da la derrota, el Apóstol dijo: "la unanimidad es total."

Tras lo cual Carnestolendo Acevedo, Su discípulo predilecto, pronunció aquella famosa frase que luego recogió en su Evangelio Pío y Pop, también llamado el Evangelio Que Le Gusta A La Gente, y que se conoce como Pío 3,1416:

Los feos son deterministas - creen en el Destino Ciego y se encuentran a merced de sus Limosnas - y los lindos creen en el libre albedrío. Nada más desgraciado que un feo ingenioso, porque el ingenio abre muchas puertas - menos las de los dormitorios.

Ambos siguieron bebiendo una lenta cerveza con un toque de Espadol, vinagre y hojas de laurel, mientras la oscuridad unánime comenzaba a retirarse.

(Continúa)

(1) El lector puede saltear la lectura de este capítulo, a los efectos de un mayor disfrute de la obra.

Volver al inicio

¿Hay algo que quieras decirnos al respecto de esta página? Clic aquí.