Phantom of the Opera (1925)
El Fantasma de la Opera

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Lon chaney, el rey del maquillajeTodo comenzó con un viaje que en 1922 realizó el productor Carl Laemmle a París. Allí quedó encantado en primer lugar con el edificio de la Ópera y luego con el folletín "El Fantasma de la Opera" de Gaston Leroux. Por aquellos momentos la Universal Pictures tenía en fase de producción THE HUNCHBACK OF NOTRE DAME (El Jorobado de Notre Dame-1923), que también tenía por escenario una construcción parisina: la famosa Catedral. El éxito del filme con Lon Chaney tuvo como consecuencia el entusiasmo de Laemmle con el proyecto y la escritura de varias adaptaciones por parte de algunos guionistas del estudio. En una se enfatizaban los elementos románticos, dejando de lado toda insinuación sobrenatural o de suspenso. En otra se acercó un poco más al folletín.

Es interesante notar que la obra original de Leroux tenía como protagonista a Erik, un deforme de nacimiento que había sido abandonado hasta por su madre y que creció entre circos y espectáculos de variedades, hasta que cuando creció aprendió música, magia, arquitectura y alcanzó habilidad con las manos (especialmente para estrangular). Habiendo trabajado en una corte persa, Erik regresó a París, donde participó de la construcción de la Ópera, cobijándose en los sótanos del edificio, que convirtió en su hogar. Sin estar muy de acuerdo sobre el guión definitivo, el rodaje se inició en 1924. Lon Chaney sería la estrella del filme y el director un neozelandés llamado Rupert Julian.

Durante la filmación Chaney y Julian tuvieron numerosas disputas. Chaney era un actor que necesitaba un margen creativo muy importante para exteriorizar su genio y Julian jamás comprendió esto. En varios momentos director y actor estuvieron incomunicados. Se filmaron muchas escenas en tonos supestamente trágicos que al final no alcanzaron a sorprender a aquellos que asistieron a una función de prueba en enero de 1925. Al final Christine besaba al Fantasma y este quedaba muerto frente a su órgano. Un final tan cursi como cabía esperar para un director como Julian.

Laemmle no se complació con esta primera versión y permitió retocar el filme. Pero esta vez fue Edward Sedgwick el encargado de dirigir las nuevas escenas. Sedgwick (director usual de muchos filmes de Buster Keaton de la época muda) rodó una espectacular escena de persecución en las calles de París (para la cual se aprovecharon los decorados de El Jorobado...), permitiendo a Chaney una magistral escena de improvisación sobre el final. Laemmle se conformó un poco más, pero aún así ordenó suprimir algunas de las escenas en technicolor ya filmadas (las del baile de máscaras y algunas del ballet), la inserción de más cartones con intertítulos y el rodaje de algunas escenas cómicas con Chester Conklin que finalmente no se utilizaron.

La inserción de los nuevos cartones eliminaron (o mejor dicho transformaron) un personaje vital en la trama: el Agente Ledoux (interpretado por Arthur Edmund Carewe). Originalmente era "el Persa", personaje ligado al pasado del Fantasma en Persia (referencias que en la película se suprimieron totalmente). De todas maneras quedó como vestigio el gorro turco que Ledoux porta permanentemente, dando lugar a un extraño atuendo para un inspector de policía francés. En septiembre, finalmente, se estrenó el filme, dando origen a un gran éxito de finanzas para la Universal.

Con el advenimiento del cine sonoro, Laemmle ordenó modificar nuevamente el material estrenado y sacar una versión sonora. Para ello se planeó el rodaje de algunas escenas adicionales (Chaney se negó a participar). Nuevas escenas de diálogos entre Norman Kerry y Mary Philbin, más secuencias con Edward Martindel como Philippe De Chagny (un papel que en la película original había encarnado John Sainpolis). También las escenas de la ópera original fueron removidas y reemplazadas con secuencias de artistas líricos reales que cantaron varias arias de la ópera Fausto (siempre en vías de aprovechar toda ocasión en que el sonido sea importante).

Como reflexión podemos sacar que a pesar de las sucesivas podas y retoques (de las cuales la trama se ha perjudicado irreversiblemente), el arte de Lon Chaney bajo su magistral maquillaje lo coloca en un podio dificil de alcanzar, aún hoy en día; el del actor, aquel que utiliza cada parte de su cuerpo para expresar los estados y sentimientos del personaje.

A medida que la última obra llega a su fin, la Opera de París cambia de dueños. Los nuevos propietarios se ríen cuando escuchan esas historias acerca de fantasmas.
Tras bambalinas, los bailarines son sorprendidos por una extraña sombra que se mueve entre ellos. Buquet, el tramoyista, les cuenta a todso que él ha visto al "Fantasma". Un hombre sin rostro que vive en las profundidades del edificio de la Opera. Entre tanto la madre de Carlota, la Prima Donna del teatro, denuncia que ha recibido una carta de amenaza contra su hija.
Habiendo sido reemplazada por Christine en la siguiente representación, es todo un éxito. Su enamorado, Raoul, la felicita y le ruega matrimonio, pero Christine dice que la Opera siempre será su primer amor.
Raoul se sorprende cuando escucha a Christine conversando con alguien más. La voz, que proviene de la pared, le revela a la nueva estrella que él le ha dado la oportunidad del estrellato, y que pronto irá a su encuentro. Casi en estado de trance, Christine le promete esperarlo.
A pesar de las advertencias, Carlota canta en la siguiente representación de la obra, y el resultado es trágico: la gigantesca araña que presidía el Teatro cae sobre el público.
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