TARGETS
(Míralos Morir / Cacería en el Autocinema-1968)
Ciertas versiones de esta película contienen esta introducción:
¿Por
qué un lunático mató 11 personas inocentes el 3
de junio de 1966?
¿Por qué hubo 7.000 norteamericanos heridos de arma de
fuego en 1967?
¿Por qué en 1968, luego de cientos de asesinatos, nuestro
país no posee una ley efectiva de control de armas?
Esta película cuenta una historia que arroja un poco de luz en
un tema muy oscuro.
Hay
muchas miradas para realizar sobre TARGETS (Míralos Morir / Cacería
en el Autocinema-1968), comencemos por dar una breve reseña de
la historia de la película. Peter Bogadnovich había estado
trabajando desde 1966 para American International Pictures, la compañía
que producía las películas de Roger
Corman, quien era una especie de "padrino cinematográfico"
del joven de 29 años. Así que, cuando se enteró
que Peter iba a realizar su debut como director, le ofreció donar
el valor de 20 minutos de metraje de su película THE TERROR (El
Terror-1963) y los servicios de Boris
Karloff, que le debía a Corman el valor de dos días
de trabajo. Cuando el anciano de 81 años conoció a su
próximo director, se vio tan inundado del entusiasmo del joven
Peter, que accedió a trabajar un adicional de dos días
más por el salario mínimo. El guión, escrito por
Peter y por su esposa, Polly Platt, estaba inspirado en la masacre de
Charles Whitman, que ocurrió en 1966. Whitman, ex marine, de
25 años, asesinó a su esposa y a su madre, y luego se
instaló en el piso más alto de la Universidad de Texas,
desde donde se dedicó a disparar a las personas que que caminaban
por el campus, hasta que fue muerto por un policía. En la autopsia
del cadáver de Whitman, se reveló que tenía un
tumor, pequeño pero maligno, en el cerebro, en la zona que controla
las respuestas emocionales.
Además, con la certeza de la presencia de Karloff, se agregó
un personaje llamado Byron Orlok, una vieja estrella del cine de terror
que ha decidido retirarse (en la vida real, Karloff era adicto al trabajo
y jamás pensó en retirarse). La película se rodó
en 23 días a un costo de 125.000 dólares, y Corman, que
ofició de productor ejecutivo, anunció que Bogdanovich
"la filmó al estilo Hitchcock". Se estrenó en
1968 y causó cierta polémica a causa de que aún
estaban frescos en la mente de la opinión pública los
magnicidios de John Kennedy y de Luther King, así que Paramount,
la compañía productora, no lo distribuyó de manera
conveniente. De hecho, el prólogo con que iniciamos esta breve
monografía, le fue añadido a la película luego
del asesinato de Robert Kennedy. Tiempo después Bogdanovich filmó
la multipremiada THE LAST PICTURE SHOW (La Última Película-1971)
y el interés del público hizo resurgir TARGETS, que ya
había adquirido una reputación interesante a través
de clubes de cine y distribución no comercial.
Pasando ahora a la película en sí, debemos remarcar que
posee gran cantidad de puntos de interés. Por empezar, el personaje
de Byron Orlok, que es Karloff interpretándose más o menos,
a sí mismo, funcionan como ribetes autobiográficos, un
actor octogenario cansado de ser un "cuco" y dándose
cuenta que la realidad es mucho más escalofriante que cualquiera
de sus viejas cintas de horror anteriores. A pesar de sus años
y su salud quebrantada, Karloff está ciertamente maravilloso
(el rol fue rechazado en un principio por Vincent Price) y las escenas
de la película dentro de la película ofician quizás
como una crítica a los horrores góticos con que AIP intentó
horrorizar a las plateas. THE TERROR no es una de las más remarcables
películas del estudio (recordemos que Bogdanovich no contaba
con mucho presupuesto, y realizó el guión y la película
misma con los medios que contaba a mano); es más, es bastante
flojona, y se puede leer entre líneas que el actor quiere retirarse
luego de filmar tal película. Sin embargo, lo que parecería
que hace el director es lo contrario a lo que hizo (hace, ya que actualmente
sigue activo en el ramo) Corman. Claro, Corman se encargó de
explotar a las grandes estrellas del cine de terror y los grandes libros
(de dominio público, ¡jeje!) en películas de terror
baratas y con fuerte aparato publicitario. En cambio Bogdanovich toma
la película de Corman y la explota a la inversa, mostrándola
anticuada y carente de ningún valor cinematográfico.
Hay una escena que es memorable para todo aficionado al cine de Boris
Karloff y es aquella en que conversan el personaje del director de la
película (interpretado por el mismo Bogdanovich) y Orlok. Durante
esa charla, Boris tiene ocasión de proyectar escenas de un viejo
filme suyo, en realidad THE CRIMINAL CODE (1931), una película
de Howard Hawks no muy tenida en cuenta hoy en día que fue anterior
a su personificación del monstruo en FRANKENSTEIN (1931). Incluso
narra un breve e interesante cuento a su interlocutor "Un Encuentro
en Samara", que da la moraleja que por mucho que escapemos, siempre
nos encontramos con nuestro destino, concluyendo que en el mundo actual,
ya no hay lugar para esa fantasmagoria del pasado. Él mismo se
siente como un anacronismo viviente, un dinosaurio.
Una vez que nos hemos compenetrado con la situación del anciano
intérprete, la película pasa a mostrarnos casi sin solución
de continuidad una nueva historia, la de Bobby Thompson (magnífica
personificación de Tim O'Kelly, un actor que no se le ha visto
frecuentemente en pantalla), un joven vendedor de seguros, veterano
de Vietnam cuya predilección obsesiva por las armas, inculcada
según se trasluce, por su padre, se combina con algún
tipo de alienación mental (los motivos que dan lugar a su accionar
jamás son esclarecidos en la trama, quizás sea un detalle
criticable, pero en la realidad los crímenes acontecen casi sin
motivo, sin aviso), lo cual da lugar a que, munido de varias armas,
de muerte a sangre fría a su esposa y a su madre y que, luego
de dejar una nota, comience un raíd de muerte escalofriante.
Al respecto es interesante notar la importancia psicológica que
tiene ver las muertes de los "blancos" desde el punto de vista
del francotirador, no de la víctima. En la secuencia en que Bobby
está encaramado en un tanque-depósito, que dispara a los
automóviles que circulan por la carretera solo vemos las consecuencias
que tienen los disparos sobre el conductor del automóvil o bien
algun transeunte. Esto nos alarma mucho más que si nos pusiéramos
en el lugar de las víctimas.
El sino quiere que Bobby escape a un autocine, donde a la noche se
estrenará la última película de Byron, THE TERROR,
que será promovida con la presencia del propio Byron. Es así
como el destino quiere que se produzca esta bizarra confrontación,
entre el "monstruo" de tantas películas pavorosas que
se ha dado cuenta que sus interpretaciones ya no asustan a nadie; y
este escalofriante "monstruo" real, un ciudadano común
y corriente, WASP (blanco, anglosajón, protestante) que no vacila
en dar muerte a sus seres más queridos y se dedica a balear a
todos aquellos que los rodean. Y aquí se repite ese encuentro
con el destino que Byron había contado a su director, y en ese
encuentro uno de los dos monstruos tendrá que dejar de existir.
Es cuando Byron llega al autocine, cuando se produce la escena más
climática de toda la cinta: una de las balas hiere a su secretaria
y amiga. Byron mira hacia las sombras y ve el escondite del asesino,
detrás de la pantalla. Y, con su andar penoso, ayudado por el
bastón, comienza a caminar hacia ese lugar. En ese mismo momento
en la pantalla, también aparece Byron, y el asesino, por primera
vez, es presa de dudas y del temor. O sea, que ese monstruo que creía
que ya no podía asustar a nadie, sí atemorizó a
alguien, y quien tenía el poder de las armas de fuego para aterrorizar
a los demás, fue presa del pavor de la imagen del otro monstruo.
En medio de esa metáfora, hay más disparos, y uno de ellos
roza al viejo Byron en el rostro. Pero esto no lo detiene, y sigue avanzando,
hasta que está frente al asesino y lo golpea con el bastón.
El muchacho es presa de un ataque de pánico y queda a los pies
del viejo adalid del género terrorífico, lagrimeando y
sollozando. Byron exclama, con una expresión de ira y desprecio:
"Is that what I was afraid of?" (¿Es de esto, de lo
que temía?).
Byron Orlok (Boris Karloff) es un veterano sobreviviente
del cine de terror que se da cuenta que sus películas ya
han pasado de moda.
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Así que el día antes del estreno
de su última película, decide retirarse del cine. |
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Un joven director (Peter Bogdanovich) conversa
con el viejo y trata infructuosamente de convencerlo con un nuevo
guión. |
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Entretanto, un joven llamado Bobby Thompson,
integrante de una familia normal, será protagonista de una
historia de terror urbana. |
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Bobby acude a una armería y compra bastantes
munciones. |
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... cuando le dispara a quemarropa y da muerte
a su esposa. |
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Luego oculta el cadáver. |
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Bobby asesina también a su madre y a un
repartidor, antes de empacar sus rifles en el baúl de su
Ford Mustang... |
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... e instalarse con varias armas y balas en
la terraza de un depósito. |
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Desde allí donde comienza a disparar a
todos los "blancos" conformados por automovilistas y transeúntes. |
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La confusión hace que Bobby huya a un
autocine, en el que, a la noche... |
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... se proyectará la última película
de Orlok. |
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Bobby se instala detrás de la pantalla
y comienza a apuntar a las personas que asisten a la función. |
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Una de sus víctimas es una persona que
está en una cabina telefónica (Mike Farrell). |
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Una vez que comienza la película va disparando
al público encerrado en sus automóviles. |
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Cuando llega Byron al lugar, toma conocimiento
de la situación y comienza a avanzar hacia la pantalla, donde
se oculta el asesino. |
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Bobby comienza a ponerse nervioso ya que ve imágenes
del actor en la pantalla y se confunde con las de la realidad. |
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Bobby le dispara pero no consigue dar en el blanco. |
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Cuando se quiere dar cuenta, tiene a Byron encima.
El viejo lo desarma de un bastonazo. Bobby se derrumba, convertido
en un manojo de nervios. |
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