The Shadow
(La Sombra-1940)

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Un estimado amigo me decía "yo no entiendo," refiriéndose a la afición por el cine y la historia detrás de las películas, afición compartida por otros amigos: "ustedes más que mirar películas, parece que las estudian; yo no, me contento con mirarlas, disfrutarlas y punto." En realidad cada cual se contenta con lo que le satisface. Pero en este caso vamos a dejar de lado todo análisis intelectual y, olvidándonos un poco del enfoque un poco académico (y tal vez un poco aburrido) de esta columna, y nos sentaremos cómodamente para mirar y disfrutar la película de este mes. Ya que no vamos a escribir un artículo con el mismo enfoque que los anteriores meses, tampoco tomaremos una película común - un largometraje-, sino uno de los denominados "seriales", es decir, una película en episodios, una de las muchas que se proyectaban los sábados a la tarde en cines de barrio, como complementos de programas que podían incluir dos o tres películas más.

El serial de este mes se titula THE SHADOW (La Sombra del Terror-1940), y la Columbia Pictures lo proyectó por primera vez, durante 15 semanas, comenzando en enero de 1940. Atentos al propósito planteado en el párrafo anterior, no vamos a extendernos en la historia del personaje que vivió a través de incontables aventuras literarias (especialmente a través de su propia revista, "The Shadow A Detective Monthly"), radiales (con un exitoso ciclo radial que se lanzó en 1930 y se canceló recién en 1954) y cinematográficas, pero quien esté interesado en ampliar no tiene más que acudir a este artículo de Fabián Cepeda que da buena cuenta de la filmografía de La Sombra a lo largo de la historia del cine.

No vamos a dedicar este artículo para hablar sobre las implicancias sociales del éxito del concepto de un vengador oscuro y bíblico en los difíciles años '30. Tampoco vamos a indagar sobre las ciertas influencias de personajes como Pimpinela Escarlata o Fantomas en el modelaje de La Sombra. Ni siquiera insinuaremos las implicancias políticas de que el mayor enemigo de La Sombra fuera Shiwan Khan, descendiente del temible Genghis Khan (aventura que se publicó en la novela "The Golden Master", de 1939, el mismo año que estalló la II Guerra Mundial). Así que solo nos concentraremos en el serial, por supuesto con todos los dislates y disquisiones que se nos puedan ocurrir, a medida que vamos viendo cada episodio.

Con los títulos de crédito no podemos dejar de notar que el protagonista del envío es el actor Victor Jory. Jory, que había nacido en 1902, no tenía un aspecto físico de galán, pero aún así logró varios protagónicos y no tuvo ningún problema para insertarse como actor secundario en todo tipo de películas. Para darnos una idea de su agenda y estatura como intérprete, digamos que en 1939, estando bajo contrato de Warner, había trabajado en EACH DAWN I DIE (Cada Amanecer Muero-1939) junto a James Cagney y DODGE CITY (Esclavos del Oro-1939), junto a Errol Flynn, cuando fue convocado por MGM para el papel de Jonas Wilkerson en la épica GONE WITH THE WIND (Lo que el Viento se Llevó-1939). A continuación Columbia le ofreció el rol protagónico de dos seriales (un género menor). Sin ningún tipo de "estrellismos", Jory accedió a la oferta y en 1940 protagonizó el serial que nos ocupa y también THE GREEN ARCHER (El Arquero Verde-1940), que fueron, respectivamente, el primero y el último de los seriales Columbia de ese año.

Capítulo I: La Ciudad Condenada

Ni bien terminan los títulos de crédito y se nos informa del tópico general de la trama, se inicia la acción con dos pillos de poca monta que son sorprendidos por un policía mientras intentan ingresar a un depósito. A pesar de la situación, el policía no intenta detenerlos a punta de pistola sino que se agarra a trompadas (una acción tradicional y muy festejada en este género de películas). Por supuesto, son dos contra uno, y el policía lleva las de perder. Pero hay un personaje enfundado en una capucha negra que ríe de manera espantosa. Se trata de la Sombra, que se lanza sobre los truhanes. Si bien uno escapa, el otro es aprehendido. En esta primer acción queda en claro el carácter del protagonista. Temido por los maleantes, la policía no lo considera un aliado, sino un delincuente más. Su aliado es un chofer de taxi que lo lleva hacia su cuartel general, oculto tras un anuncio publicitario en el Bazaar Oriental.

Como todo buen serial, aquí tenemos un villano lo suficientemente atractivo como para cautivar la imaginación del público juvenil. Durante la mayor parte del serial veremos solo la silueta oscura de un hombre de estatura media alta que camina por un pasillo, se ubica debajo de un haz de luz que lo hace desaparecer, luego, caminando siempre bajo la nombrada luz, ingresa por una puerta secreta a un recinto donde se comunica con sus secuaces por un sistema radiofónico y emite sus órdenes a través de la cabeza de un tigre que emana luces y humo. El nombre de esta entelequia es "El Tigre Negro".

El Tigre Negro ordena a sus secuaces realizar una serie de atentados. No está muy en claro, pero de alguna manera los secuaces logran sus cometidos y, mediante secuencias de "stock footage" (es decir, tomadas de noticieros o bien, de otras películas) se muestran explosiones, accidentes aéreos y hasta un impresionante choques de dos maquetas ferroviarias. El asunto es lo suficientemente espinoso como para preocupar a los dueños de las corporaciones que manejan la ciudad, quienes se reunen en el Club Cobalto, un club exclusivo (vamos a resistir todo tipo de comparaciones con la actualidad económica, en la que empresarios que manejan los países se juntan en clubes exclusivos como el Mediterráneo y otros...). Ante el desconcierto de la policía, los empresarios y el comisionado de policía solicitan asesoramiento al científico crimonólogo Lamont Cranston (quien, en los títulos iniciales, se nos informó es la auténtica identidad de la Sombra). A partir de ese momento habrá una pelea a trompadas entre Lamont y tres secuaces, una persecución automovilística, y una operación de espionaje, con Lamont disfrazado del chino Lin Cheng (supuesto dueño del Bazar Oriental) infiltrándose entre los secuaces y logrando percatarse de que el próximo atentado se realizará en una próxima y experimental transmición televisiva en la cadena de uno de los empresarios del Club Cobalto. Nos acercamos al final del episodio, y al tiempo que aparece La Sombra para evacuar a los invitados, se trenza en una nueva pelea a trompadas con los secuaces de turno, quedando incosciente en el momento justo en que se produce una explosión padre. Aún hay tiempo para anunciar el siguiente electrizante episodio: "La Sombra Ataca".