DUNAS
It feels like dying, slow...
San Jacinto, Peter Gabriel
UNO
Los dos soles ya se han puesto tras el Gran Campo de Dunas,
y el cielo oriental está henchido de estrellas. Pienso en ella, pienso en sus
ojos - sigo teniendo sed de aquellas emociones azules, digo para mí. Apago la
lámpara de átomos de oro y el charco de agua espejada se apaga 
también, y me sumerjo en la noche de un millón
de mundos. No tengo adónde ir en este mundo ni en ningún otro.
Vuelvo a pensar en ella, vuelvo a pensar en sus ojos, y sé que nunca saldré de este laberinto de ilusiones fractales
DOS
La linda fugitiva ignora que huye. Brilla en otros brazos, y saluda las volutas de humo que le abren las puertas de su palacio soñado. Pizza, birra y faso les sirve el mayordomo real. Ella está hermosa en su vestido de Cenicienta - aunque le quedan mejor las camisas de once varas de su príncipe, que se pone después de uno o dos asaltos de amor. Una pausa para mensajes comerciales.
TRES
Las tinieblas son viejas amigas mías... Los dioses quieran que nunca seas distinguido con su amistad. ¿Volveré alguna vez a amanecer con mi cabeza reposando sobre tu vientre? ¿Podré olvidarte alguna vez?Un corazón herido no puede ser ocultado detrás de un juego de máscaras chinas. Esos artificios alegóricos no merecen confianza; una máscara no podrá esconder tus lágrimas.
CUATRO
El tecnoantihéroe: una voz de androide desquiciado ¡y esa música en sonido esquizofónico! Piojos eléctricos, caspa mecánica, triste porvenir de papelera de reciclaje. Terapéutica turca para mercaderes de clones. La noche estalla en una tempestad de truenos retumbando en la distancia. En la orilla meridional del desierto, las tormentas sólo suceden a lo lejos.Duermo un sueño ligero, el sueño difícil de los fugitivos - para un fugitivo en la noche, la oscuridad está hecha de ojos. Por la mañana comenzará la travesía del Gran Campo de Dunas.
CINCO
Amanece con la furia de los dos soles sobre la inmensidad vacía. Topología de la Nada: interminables arenales grises; cenizas de un pasado inconcebible. Apenas me queda un poco de la yerba mate que compré en el zoco del puerto espacial Ballard.Continúa la saga de la linda fugitiva. Para no olvidarla nunca, me hice un nudo en la garganta y me la cubrí con un pañuelo. Nos conocimos después del golpe de estado de Los Coroneles Tigres; esos años en los que no amanecía. Años de rumores atroces - están dragando el Riachuelo - están sacando cuerpos - detergente mental en dosis catódicas - brillantes negocios en las alturas de los rascacielos - sacrificios humanos en los altares de Baal Moloch. Y mucha música para cocodrilos: placebos melódicos bajo la ducha de Zyklon B. El sistema de navegación del DuneSurfer computa el rumbo que me llevará al oasis más cercano antes del anochecer (en este hemisferio no hay estrella polar visible; los sistemas de navegación se orientan a partir de un púlsar que ocupa esa posición). Tras dar la señal de ignición, el vehículo despega perezosamente del suelo, flota un instante, inmóvil, sobre la arena gris, en medio de un remolino, y arranca con un suave cabeceo.
SEIS
Porcelanas Mao, sahumerios de aceite de tortuga, elixires de transmigración: el chino del zoco creía que yo estaba interesado en sus imposibles baratijas, pero sólo me había detenido frente a su tienda para observar las formas de tigresa del cuerpo de su hija. Ese culito oriental colmó de delicias mi última noche en el puerto espacial; con el alba, mi boca hizo promesas que mi corazón no sabe cumplir. Con el adiós a la Hija del Cielo, volví a mis viejas y amadas heridas. Ay, mi linda fugitiva: sin el dolor que me regalaste, nada me quedaría de vos.
SIETE
Era bastante improbable que la policía imperial me hubiera rastreado hasta aquí, pero no quise correr riesgos; por eso me lancé a cruzar el Gran Campo de Dunas, sin intentar vadearlo. En medio de esa extensión de arena y ausencia, me pregunté para qué seguía adelante. ¿Serías capaz de graficar tu dolor en coordenadas cartesianas? ¿Podrías construir algoritmos que reflejen la soledad que te duele en todo el cuerpo? ¿Podrías expresar un corazón baldío en formas modulares? Tal vez en este mismo momento, la policía imperial estaba dándole caza. No alcanza el maldito universo para esconder de sí mismo a un delator.