SCAVENGERS REIGN
Serie animada norteamericana emitida por HBO Max en, hasta ahora, una temporada y doce episodios, 2023. Creada por Charles Huettner y Joseph Bennett en base al cortometraje Scavengers de los mismos autores. Con las voces de Sunita Mani, Wunmi Mosaku, Alia Shawkat, Bob Stephenson, Ted Travelstead y elenco.
El viaje y sus peripecias, prueba definitiva de la voluntad y el temple y símbolo del destino, es una de las historias más antiguas que los seres humanos se cuentan unos a otros. La literatura de la civilización occidental nace con una de ellas, la Odisea. Simbad o Robinson Crusoe son modulaciones de Ulises en muy diferentes claves culturales; las desventuras de los astronautas Christopher Draper de Robinson Crusoe on Mars o Mark Watney de The Martian llevaron el espíritu de Ulises fuera de nuestro planeta. Scavengers Reign, o Planeta de Recolectores como se llama para el mundo hispanoparlante, es una nueva iteración de la vieja historia, enriquecida con sobretonos ecológicos y hasta místicos, y con un diseño visual deslumbrante.
Joseph Bennett y Charles Huettner produjeron en 2016 un excelente cortometraje para Cartoon Network llamado Scavengers, una maravilla lúdica (derecha) que logra la paradoja de ser a la vez surrealista y muy realista. Surrealista, por lo onírico del argumento y lo fantástico, a menudo poético, de las criaturas; realista, porque las formas vivas no parecen hijas de una imaginación caprichosa, negligente, sino de una muy escrupulosa, complacida en pensar diseños anatómicos perfectamente funcionales, tan rigurosamente funcionales como los de la naturaleza. (“Nos pasamos toda una temporada mirando documentales", dijeron Bennett y Huettner). Los creadores recibieron la oferta de expandir sus excelentes ideas en formato de serie, que varias idas y vueltas después terminó interesando a HBO. A esa altura del proyecto se sumó el animador Benjy Brooke, del equipo de Love, Death & Robots.
El diseño visual tiene una deuda clara con Moebius, o Jean Giraud, el célebre historietista francés autor de Arzach o Los Jardines de Edena, y colaborador de, apenas, entre otros, el Alejandro Jodorowsky de la abortada y prodigiosa aventura de rodar Dune, Ridley Scott en Alien, Luc Besson en El quinto elemento y James Cameron en The Abyss.
La historia sigue la odisea de los supervivientes de un carguero interestelar, el Deméter 227, varados y desperdigados en Vesta, un planeta muy similar a la Tierra, con una flora y fauna inquietante, a la vez familiar y muy extraña. Las especies de Vesta nos remiten enseguida a equivalentes terrestres: hongos, flores, árboles, moluscos, insectos, crustáceos, aves, reptiles, hasta mamíferos, pero con características propias a menudo alucinantes, desde la fluorescencia hasta el gigantismo, pasando por las facultades telepáticas y hasta telequinésicas de cierta especie cuadrúpeda o la monstruosidad de ciertos parásitos que hacen recordar a los de The Thing, y que garantizan muy disfrutables momentos de puro horror.
Los náufragos interestelares son arrojados a la superficie de Vesta separados en tres grupos. Uno lo componen la especialista en cargas Azi y ¿la? robot Levi, otro el capitán Sam y la tripulante Ursula, y el tercero un solitario y torturado mando intermedio llamado Kamen: la pluralidad de personajes como camino para explorar en cada capítulo diferentes aspectos de una misma idea, ya sea los conflictos interiores, las relaciones con los demás, o la influencia de una especie invasiva como la humana en un medio ambiente extraño, y de ese medio ambiente en la especie humana.
Las dos oportunidades mejor explotadas son las de Levi y la de Kamen. Los circuitos de memoria de Levi son colonizados por formas de vida local que alteran su funcionamiento, dándole conciencia de sí y del mundo natural: Levi se convierte en una hipóstasis robótica del concepto Gaia de Lovelock y Margulis, un proceso que no es inocente de la imputación de dialogar con el destino de la supercomputadora HAL 9000 de 2001 y con los psicodélicos minutos finales de la película de Stanley Kubrick. (Dune, pero la novela de Frank Herbert más que sus versiones cinematográficas, y su muy pormenorizado apéndice más que el relato en sí, parece una influencia para el abordaje de los temas ecológicos y místicos en Scavengers Reign).
Por su parte Kamen, una personalidad egoísta e insegura, cuyos intentos desesperados por salvar su carrera y su matrimonio sólo logran empeorar su situación y cargarlo a la vez de culpa y de negación de la realidad, desarrolla un vínculo especial con un pequeño cuadrúpedo que (única concesión sobrenatural de la serie) induce a criaturas de otras especies a que recolecten por él frutos y semillas de difícil acceso: una simbiosis que producirá resultados siniestros, el reverso exacto de la anterior.